La Orden Franciscana tiene la labor moral de ayudar a aquellos que más lo necesitan en este mundo.
Por ellos mis hermanos y yo ofrecemos nuestra Casa de Invitados como refugio temporal a todos aquellos que no dispongan de casa propia para ensayar sus habilidades o descansar en las frias noches.
Además, si así lo deseasen, les daremos una buena comida y ropas de bellos colores.
Y para los guerreros disponemos en nuestros almacenes de armaduras y armas de hierro hechas por nuestros hermanos herreros.
Aquellos que quieran beneficiarse de esta solidaridad cristiana no duden en ponerse en contacto con nosotros.
Atentamente
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Fray Claudius. Orden Franciscana