Anoche en la madrugada... Tras la gran fiesta celebrada en Moonglow, cuando todo estaba mas tranquilo... cientos de seres alados hiceron aparición invadiendo la isla.
Rápidamente los efectivos disponibles se personaron en la ciudadela y, de dentro a fuera fuimos expulsando a los monstruos hasta llegar al sitio donde más se concentraban. El cementerio de Moonglow.
Lo que allí encontramos hizo despertar mis más viejos y temidos recuerdos, hace algún tiempo, cuando me encontraron enfermo de muerte... fui curado mediante un antiguo ritual necromántico, por el cual se invocó a un demonio superior. Anoche al llegar a aquel lugar y encontrar una oscura pirámide rodeada de llamas del infierno... pensamos que era el fin.
A un lado Pandora, al otro el fiel Eldrión, más allá caballeros de Moonglow y otras ciudades aguardaban a lo que estaba apunto de acontecer.
Finalmente, cientos de demonios inferiores y diablos comenzaron a aparecer; durante horas fuimos derrotándolos, durante hora la sangre de los seres del Averno regaron el campo santo. El cansanció empezaba a hacer mella en nosotros, poco a poco los caballeros fueron callendo, algunos causa de la extenuación, otros por el miedo; pues a cada oleada que expulsábamos, más fuerte era la siguiente... hasta que, finalmente... acabó, la pirámide estalló en mil pedazos, desintegrandose despues en ceniza y desapareciendo.
Pero aun no habría acabado, lo peor aun estaba por llegar; un gran señor oscuro apareció de repente, surgido del séptimo infierno ya que sus ordas habían fracasado, se presentó como el Caballero de la Oscuridad, blandiendo una gran espada negra que a su golpe nos hacía salir despedidos varios metros; cada golpe suyo era como el de mil demonios, muchos cayeron, paladines y curanderos no paraban de resucitar; además el demonio seguía invocando demonios menores a él, pero duros rivales... hasta que, después de varias horas de combate... y muchas bajas, conseguimos abatirlo.
Con las armaduras destrozadas, las brillantes armas quebradas y los corazones rotos por el miedo, conseguimos lo que ya pensabamos imposible y la luz volvió a llegar a la isla de Moonglow.
Todo terminó, podía oir como los supervivientes se iban marchando; yo me quedé tumbado en el suelo... inmóvil. Junto a mi podía sentir la presencia de Pandora y Eldrión.
- Podeis marcharos -les dije-, yo estaré bien.
El silencio volvió al cementerio cuando todos se marcharon, solo el rumor de mis pensamientos.
Gracias también a Dana Veld Aileth, Willort, Luffy D'Monkey, Tom Bombadil, Poseida, Jack Ohara, Fray Claudius, Keredil, Kalipo, Castresana, La Idea, Khyra, Sir Bastian y los demás, que ruego me perdonen por no recordar su nombre pero éramos demasiados; gracias a todos.