Ellos sabían de nosotros, nuestras islas y costas estaban en sus mapas cartográficos, navegaban por nuestras aguas, nos vigilaban en la lejanía. Pero ¿qué sabíamos nosotros de ellos? Nada. Los ignorábamos, vivíamos con nuestros problemas a modo de anteojeras. Nuestras facciones, nuestra economía, nuestro, nuestro, nuestro.
En el horizonte, más allá de las costas veíamos siluetas, pensábamos que eran dragones en el aire o bestias marinas, nos da miedo mirar más allá de las limitaciones que nos hemos impuesto. Nuestro mundo, nuestra vida, nuestra forma de hacer, nuestra, nuestra, nuestra.
En las playas algunas veces veíamos algún detalle, simples maderas extrañas, elaboradas artesanías, instrumentos desconocidos, ¿qué más da? El valor de un producto lo ponen nuestros ojos, la importancia de algo la da nuestro instinto, la necesidad de investigar más allá de lo que conocemos esta limitado por nuestro miedo. Otra vez, nuestro, nuestro, nuestro.
Pero ahora es tarde, ya han llegado a nosotros. ¿Por qué? ¿Podría ser por un naufragio? o acaso es por otra causa, si esa que todos estamos pensando: ¿Vienen a conquistarnos? ¿vienen para quedarse? O simplemente necesitan algún recurso, lo tomarán a la fuerza y… ¿se marcharán? Lo que si sabemos es que están aquí, tienen la ciudad de Vesper, conocen armas y artes bélicas que para nosotros son completamente desconocidas, son hostiles hacia nosotros y no sabemos nada de ellos, pero ellos parece que si saben cuales son nuestras armas y puntos fuertes. Están preparados para la guerra… y nosotros solo hemos logrado ponerles nombre, Ninjas. Pero lo más importante, lo que realmente me preocupa es: Yo no he visto el barco que los tiene que llevar de vuelta ¿y vosotros?.