-Y es verdad…

Guaau…pensé. Aquella última frase del libro me emocionó.
Por fin había acabado de leérmelo... 17.892 páginas ya se me hacían un poco espesas.

Salí a la calle y miré al cielo, parecía que iba a llover, como todos los martes.
Eran las cinco, había quedado con Erye en el viejo roble de siempre.
Erye es mi mejor amigo, desde pequeños, mi compañero de aventuras, de travesuras, mi primer amor, mi psicólogo personal, mi… mi todo.

Estuvimos hablando durante horas, riéndonos como siempre…
Y la hora de la cena llegó.

-Pan y uvas para Triss- dijo mi madre.
Como siempre, si no acabo la cena me la ponen el día siguiente…
Cené deprisa, enfadada, no hablé durante toda la cena, ¡malditas uvas!

Di el beso de buenas noches y me fui a dormir.



-Vamos Triss, llegas tarde, ¡levanta!
Auuugh aooh… si… voy… *bostezo*

Como todos los miércoles por la mañana tengo que ir a la asamblea, un rollo en mi opinión. Por eso siempre Erye y yo vamos a pescar.
Pero no hay suerte, ¡nunca hay suerte!

<< ¿Porque son así? Me siento rara…Mi padre… Mi hermano… ¿porque? No los comprendo… tienen que llevarse a lo que mas quiero.
Menos mal que Erye sigue aquí… menos mal. >>

-¿Triss? ¿Hola?- dijo Erye.
- eh… si, si, jajaja ¡claro!
Me pasaba a veces… embobada, mirando a un nada, en mi mundo, en mi mente, en mi espacio… no se como explicarlo, simplemente dejaba de existir por un momento y… pensaba.

-Erye… Mi padre... bueno, ya sabes… no sé nada de él, y me preocupa, y mi hermano igual… quiero verlos, ya sabes.
Y si las cosas no van bien… tal vez necesiten ayuda, tal vez, solo tal vez.
-tal vez- dijo Erye, y sonrió.

Llegué a casa, me di un baño y me tumbé en la cama.
Medité y medité más, y más y más…
Y si… Voy a hacerlo.

A pesar de mi poca edad, de mis escasos conocimientos sobre Sosaria y mi poca habilidad de orientación, yo, Triss Glorfinwen, abandono el Valle para dirigirme a Sosaria en busca de información sobre mi padre, mi hermano y demás elfos del Valle.