Wenas, hace algunas semanas pusimos un concurso en nuestro clan para que se escribiera la que sería la historia del clan. Fueron muchos miembros los que participaron, y luego en la votación, la historia de Kratos fue la ganadora; con mayoría absoluta.
Si quieres comprobar por ti mismo si es merecedora de ser la ganadora, o si simplemente te gusta leer historias que en cuestión de segundos es capaz de envolverte en el mundo del rol, no deberías de abandonar el post si antes haberla leido.
Decir que la historia es exactamente la que Kratos escribió en nuestro foro, se hace mención a personas ajenas al clan, por lo tanto si son ofendidas o se sienten molestas por aperecer aqui, pido que por favor me lo haga saber de buena manera, que con gusto se le quitará de la historia.
Es altamente recomendable estar en silencio, estar con las luces apagadas y muy bajas, y a ser posible poner una música de fondo del tipo banda sonora del señor de los anillos o algo por el estilo (este último parrafo ya es coña, aunque si kieres lo puedes hacer
)
La tierra temblaba, del cielo llovían piedras de lava cubiertas de un intenso fuego, la gente aturdida corría sin saber que hacer, muchos cuerpos se esparcían ya por las calles los niños lloraban desconsoladamente por sus madres muertas, nadie podía escapar a la atrocidad que se estaba viviendo.
De repente las murallas se abrieron como si de puertas se trataran, las figuras que allí aparecieron helaron la sangre de los más valientes, los únicos que tuvieron el coraje de detener su marcha.
Guerreros y magos unidos, junto a bestias, las cuales jamás se habían acercado a la ciudad, estaban aniquilando al pueblo y destruyendo la ciudad.
De manera inexplicable los muertos se levantaron y atacando a todos sembraron aun más el pánico entre sus amigos y familiares si eso era posible.
Fue en ese momento cuando el suelo tembló de nuevo pero esta vez de forma distinta, era la guardia del rey con Nacerom a la cabeza, tras ellos el mismísimo rey Arnold con las tropas de la alianza, todos unidos, con sus armaduras relucientes ataviados con poderosas armas algunos conocedores de milenarias técnicas de lucha y otros sabedores de antiquísimos ritos mágicos.
La batalla estaba siendo feroz, la sangre que corría por las calles de Britain reflejaba a esa señora espectral que nos acompañaba impasible cada noche, pero esta noche era aun mas fría que ninguna otra, parecía aun más terrible.
La lucha estaba siendo desigual, todo estaba en contra la sorpresa había sido aliada de nuestro enemigo, pero por contra el valor y el coraje que todos mostraron esa noche fue suficientemente determinante como para que la balanza se inclinara a nuestro favor.
Todo acabo pasadas unas horas, la guerra era la única preocupación del rey, la venganza su único pensamiento al mirar el innumerable numero de cadáveres que regaban las calles de Britain, las llamas aun asolaban algunas casas y comercios era algo dantesco ningún ser vivo podría haber imaginado algo así.
El sequito real se sumió en un murmullo, nadie se atrevía a formular la pregunta en voz alta, solo uno lo hizo.
-¿Como la triada a conseguido llegar hasta aquí sin que ningún guardia de los puestos fronterizos allá visto nada?, dijo Dinox de forma desafiante mirando fijamente a Nacerom.
El rey se giro hacia Nacerom y le pregunto de forma inquisidora por la cuestión que Dinox había planteado, pero la única respuesta fue una negación, nadie sabia como.
-Tú y solo tú Nacerom eras el responsable de la protección de la ciudad. Afirmó Dinox convirtiéndose en la única voz de toda la ciudad aparentemente muerta por un instante.
Que decir ante aquella acusación, nadie podía discutir eso era toda la verdad, pero la pregunta que rondaba en la cabeza de Nacerom no era como lo habían hecho sino quien les ayudo a llegar sin ser vistos.
-Tu eres responsable de esta matanza, afirmo con rotundidad el rey, tu castigo por ello será el destierro Nacerom.
Esa determinación en las palabras de su señor dejaron a Nacerom fuera de si, nada podía hacer ya pagaría por algo de lo que no era totalmente responsable.
Nacerom partió con su familia hacia la frontera de Sosaria fuera del reino del rey, solo una veintena de hombres fieles a el le siguieron junto a sus familias, una caravana de unas cien personas entre guerreros, mujeres y niños marcho durante días hasta llegar a un valle fuera de los dominios del rey.
Allí crecimos, en una tierra que exigía que cada uno de nosotros fuera fuerte y se convirtiera en un guerrero.
Nacerom ordeno seguir sirviendo al rey aun siendo victima de su ira, fue así como perdió la vida, guardando las fronteras de Sosaria de aquellos que buscaban su destrucción, malditas triadas, mataron a muchos de los nuestros en innumerables batallas.
Algunos de nosotros, solo los más fuertes nos convertimos en verdaderos guerreros, capaces de sobrevivir en aquel constante baño de sangre.
Todos y cada uno de nosotros creció bajo la doctrina de Nacerom, fidelidad al rey Arnold y la protección de su reino, fue esto lo que nos empujaba cada noche a patrullar las fronteras con la esperanza de que nuestra labor sirviera para prevenir algo ya acontecido anteriormente.
Una noche como cualquier otra Manowar volvió al galope, había hallado huellas de carros y jinetes centenares de ellas en dirección a Britain, no podía ser no era posible que se repitiera la historia tantas veces oída en nuestra infancia.
-Es la triada no cabe duda, grito casi involuntariamente Manowar.
Todos estábamos preparados para aquello, le encargue a Maga X y a Severus que adelantaran su marcha con el fin de controlar la gran caravana de muerte que se dirigía a Britain.
Por otra parte ordene a Atlantis, un gran explorador y poseedor de una gran habilidad para ocultarse, que se dirigiera lo mas rápido posible ante el rey con el fin de advertirle de la presencia del enemigo en su reino, no había tiempo de pensar mucho y aun siendo algo esperado se nos encogió el corazón a todos cuando supimos de la actividad de ese gran ejercito.
Había que tomar una dedición sobre que hacer, mi buen hermano Were y Samara la serena y sensata Samara, ellos me ayudarían a decidir que hacer.
Solo en un momento Samara me convenció de que la solución era ir directamente a Britain y desde dentro ayudar al rey, pero necesitaba tiempo para llegar allí y preparar junto al rey la defensa de la ciudad, manda a Kratos, dijeron casi al unísono Were y Samara.
Eso hice, le pedí a Kratos tiempo, y sabia que podía contar con el no me fallaría el sembraría la duda en las tropas enemigas y formaría tal caos entre sus filas que seria suficiente para que nosotros llegáramos a la ciudad, para ello le dote de algunos hombres.
No podía dividir en exceso las fuerzas si queríamos contribuir en la defensa de la ciudad junto al rey, además ya estaría sobre aviso, Atlantis ya estaría esperándonos junto a el.
Kratos se dirigió al encuentro del enemigo a sabiendas de que era una batalla que no podía vencer y mucho menos lo pretendía hacerlo seria un suicidio, solo tiempo, era lo que su líder le pidió y eso es lo que le daría no quería perder a nadie del grupo.
Momentos mas tarde se encontraban separados por una colina una leve colina era la única barrera entre cientos, miles de hombres y su pequeño grupo, unos pasos, todos alerta grito Kratos a los suyos pero la tensión desapareció enseguida.
Eran Maga X y Severus que habían adelantado su marcha para espiar en lo posible al enemigo y eso hicieron.
-Hay al menos veinte carros cargados con pólvora. Informo Severus.
Eso había que aprovecharlo no podíamos dejar escapar esa oportunidad.
-Maga, ve y provoca la mayor de las tormentas crea la confusión entre sus filas, tu Severus intenta lanzar tus certeras bolas de fuego sobre esos carros, nosotros atacaremos la retaguardia para daros tiempo a huir con vida. Fueron esas últimas palabras de Kratos las que llenaron de preocupación las almas de mis guerreros.
Pero así se hizo, tal como dijo Kratos la tormenta provocada por Maga era la mayor tormenta que nadie jamás hubiera visto las monturas del enemigo se desbocaba y encabritaba sin que sus jinetes pudieran contratarlas, ese fue el momento en el que Kratos y el resto atacaron con firmeza a los soldados que cerraban las filas, Severus a su vez hizo alarde de su puntería saltando por los aires muchos de los carros que transportaban la pólvora.
La pelea acababa de empezar no era difícil abatir a unos hombres desconcertados por las explosiones y el fuego, muchos fueron los que cayeron antes de recuperar la compostura, Kratos y los suyos corrían entre el enemigo acabando con todo aquello que tuviera vida, fue entonces cuando a sus espaldas se detenía un grupo bien formado de jinetes, todos dieron la vuelta y cabalgaron contra ellos no podían dejar que los encerraran allí entre los soldados de a pie y ellos.
Esos guerreros a caballo no eran como el resto eran mas fuertes y poseían mas experiencia en combate, resultaba casi imposible no herir a alguno sino mantenerse con vida.
Manowar cayó de su montura y siguió luchando a pie pero era imposible contener a tantos jinetes juntos, fue Renegade el que acudió en su ayuda, sus armaduras estaban cubiertas en sangre era tan cruenta la batalla que todo olía a muerte.
Chema, el astuto había conseguido cruzar sus líneas y desde su retaguardia atacaba incansable a nuestros adversarios, uno cayo justo a los pies de Paki, con su túnica rasgada, fue ella quien reconoció en el emblema de la armadura, eran del ejercito del Norte, gritó al ver el escudo que lucían, fue esa distracción lo que le costo la vida allí mismo cayo bajo el hacha de un criminal sediento de sangre.
Ya no podían retrasar mas su huida, era imposible vencer en esas circunstancias la flechas caían de forma incesante sobre ellos una de esas malditas flechas atravesó la armadura de Chema infringiéndole una herida mortal, ya nada se podía hacer nada que no se hubiera echo ya.
-Retiraos, oyeron todos, retiraos rápido. Era su única esperanza y Kratos lo sabía.
Ya avistábamos las murallas de Britain, fue entonces cuando me percate de la presencia de uno de los míos era Severus, pero como me pregunte, ya me contó todo lo acontecido y que había creado un portal mágico hasta nosotros también nos informo de las intenciones de Kratos de informar al gobernador de Moonglow de todo lo que estaba sucediendo en las afueras de la ciudad de Britain.
Termino su breve pero intensa historia y fue solo entonces cuando me percate de que su vida se apagaba estaba mal herido no me había dado cuenta pero su túnica era un charco de sangre. Un último suspiro suyo fue para darnos ánimos en nuestra empresa, era algo loable el que un hombre sacrifique su vida por la causa de un grupo.
Ya estábamos dentro de la ciudad con la audacia de Were y la sabiduría de Samara conseguimos entrar sin problemas y en breves instantes estábamos ante el rey Arnold y el que era ahora su consejero Dinox, era algo inaudito sabiendo todo lo que Nacerom nos contó a todos sobre aquel personaje.
-¿Que pretendéis viniendo hasta aquí?, pregunto Dinox.
-Solo hablare con el rey, respondí.
Entonces me pregunte que habría sido de mi mensajero, Atlantis, el tendría que haber informado ya al rey.
-El rey solo hablara con gente leal a la corona no con traidores como vosotros que envía gente para sembrar el miedo en nuestro pueblo. Las palabras arrogantes de Dinox me hicieron pensar.
-Que ha sido de mi mensajero, pregunte es ese mismo instante.
-¿Cual?, este es vuestro mensajero. Dinox sostenía la cabeza de Atlantis entre sus manos, sin vida inerte, no podía ser como había el rey consentido eso.
-Vosotros, traidores fuera de mi ciudad ahora mismo no quiero gente como vosotros cerca de mi persona. Eran unas palabras que me hirieron como si de una espada se tratara, el rey nuestro rey nos estaba echando de su palacio, de su ciudad, del reino no podía creerlo.
Fue entonces cuando todo se torno de un color azul intenso demasiado intenso para mirar fijamente el origen de aquello. De repente se deslumbraron unas figuras en la luz, cada vez parecía a ver mas presencias en torno a esa luz. Una voz se hizo oír desde aquel mar de luces y sombras.
-Majestad, hacer caso a lo que este joven os dice, tengo pruebas de que vuestro enemigo esta junto a vos desde ya hace mucho tiempo.
-¿Quien sois?-interrogo Dinox, sin obtener respuesta.
-Tengo las pruebas necesarias para que nunca más dudéis majestad. Se apagó la luz y el patio de armas se torno lleno de soldados todos vestidos para la guerra, allí ví caras familiares, eran Kratos y los pocos que habían sobrevivido, solo una cara sonriente una cara satisfecha de su labor era el buen Homer joven pero aun así de los mas valientes.
-Lerumar Veld Eiliss gobernador de Moonglow, ¿cuales son esas pruebas y quien es el traidor? pregunto de repente el rey.
-Aquí tengo la armadura de un soldado que cabalgaba y luchaba junto a la triada, mirad vos a que clan pertenece. En ese momento arrojo el pecho de esa armadura ante los pies del rey.
-No puede ser, afirmo el rey con tono incrédulo.
-Si, majestad es de un soldado del ejército del norte y vuestro consejero real Dinox es su líder, siempre fue un traidor a la corona he ahí la prueba.
En ese instante Dinox desenfundo su espada y la dejo reposar sobre el cuello del rey, nadie pudo hacer nada por impedirlo todo fue muy rápido.
-Dejadlo, recibiréis un juicio justo. Acertó a decir Lerumar.
-Estáis todos muertos, nadie va a poder impedir que la triada tome Britain no sois suficientes para detener el avance de nuestro ejercito.
Pero Dinox se equivocaba en su afirmación las tropas de la alianza estaban ya a las puertas de Britain, con el resto de gobernadores a la cabeza, la batalla seria dura pero había muchas posibilidades de poder defender la ciudad con éxito.
No tuve tiempo de pensarlo solo actué, lancé una daga al brazo de Dinox afortunadamente le alcance, eso le debilito y bajo el brazo con el su espada durante un segundo, tiempo suficiente para que mi hermano con certera precisión atravesara su cuello con un flecha. El rey estaba a salvo y Nacerom había sido vengado por fin.
La batalla duro toda la noche y todo el día siguiente muchos fueron los que perdieron la vida en el afán de defender la ciudad y a su rey pero todo acabo como debía, un ejercito muy diezmado pero vencedor celebraba su victoria ante palacio , fue entonces cuando el rey se dirigió a mi.
-Chico ven ante mí.
Yo me arrodille ante el rey y lo mire con admiración y el poniendo una mano sobre mi hombro me agradeció todo lo que había hecho por Britain y por su persona.
-Solo una cosa más chico. Me dijo el rey en tono casi paternal.
-Dígame majestad.
-¿Quien sois? me pregunto.
Una pausa casi interminable marco el inicio de mi respuesta, todos estaban expectantes ante mis palabras.
-Yo soy hijo de Nacerom el capitán desterrado. Parecía que un puñal bajaba por mi garganta una sensación fría recorría mi espalda entonces continué.
Yo soy Cheroki el líder de todos los DESTERRADOS.
No acerté a decir nada mas solo recuerdo la mirada suplicante de perdón del rey, recordaba perfectamente lo que había hecho con mi padre.
Pero yo y los míos como ya habíamos hecho antes seguiríamos defendiendo a nuestro rey junto con nuestra patria.
Citar
