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Tema: El Trovador

  1. #1

    Fecha de ingreso
    June-2008
    Mensajes
    72
    Reputacion: 10
    Poder de reputación
    15

    El Trovador

    EL TROVADOR

    PRÓLOGO

    En el salón de un casa, en cierta medida, acomodada

    TROVADOR: Esa es mi decisión, padre. Partiré rumbo a Sidenia, cuna de trovadores y leyendas, para poder saciar así mi sed de nuevas historias, inventaré otras tantas aún más bellas e increíbles, y quedaré en los anales de la gloria como el más grande trovador que se haya conocido nunca.
    PADRE: Sabes bien hijo, que nunca me gustó tu afición a los relatos, y que siempre preferí que siguieras, como yo, la carrera militar. Intenté despertar en tí el gusto por los deportes, el arte de manejar la espada, el dominio de la monta, en fin, todo aquello que pudiera servirte para encaminar tus pasos a convertirte en algo más que el teniente rechoncho en que me convertí yo, y llegaras a ser algún día Capitán de Honor de la Guardia Real. Tienes más condiciones que las que yo tenía con tu edad, pero también es verdad que desde niño mostraste un gusto y una habilidad especial para con las historias y leyendas. Es tal tu inventiva, que ni tú mismo sabes donde acaba la realidad y empieza la fantasía, y si hasta ahora no pude apartar de tu cabeza esa pasión que sientes, no veo que sea momento de hacerlo ahora, que ya eres mancebo a punto de ser hombre.

    TROVADOR: Entonces, padre...¿debo entender que cuento con tu bendición para mi viaje?

    PADRE: Claro, hijo....y no olvides que siempre estaremos aquí para recibirte con los brazos abiertos!

    ESCENA I

    El trovador, en el camino, pensando en voz alta

    TROVADOR: Según mis previsiones, en dos días estaré en Barozza, allí descansaré al menos, otros dos días...y vuelta al camino....(Avista un grupo de viviendas) Pero...de dónde han salido esas casas? Según los mapas no se encuentra ninguna aldea en el camino a Barozza! Bueno, parece que podré descansar antes de lo previsto, y quién sabe, quizás en esta aldea descubra alguna bella historia.

    (Se acerca a a aldea tocando su flauta y cantando una suave y hermosa balada)

    TROVADOR:¡Venid ciudadanos y escuchad las extraordinarias historias que vengo a relataros! ¡La historia del collar de lágrimas de dragón! ¡La historia de la princesa de la sonrisa traviesa.....
    (El trovador enmudece....Nadie sale a recibirlo, no se ve un alma en las calles, pero el pueblo está muy bien cuidado, por lo que el trovador se extraña aún más)

    TROVADOR: (Con voz casi medrosa) ..¿Hola?... ¿hay alguien?...¿ho-hola?

    (El Trovador no obtiene respuesta alguna, y comiena a sentirse presa de un silencio que le oprimía de tal modo que incluso lo podía oir martilleándole los oídos. Así, empieza a correr por las calles, gritando y reclamando respuesta, entra en las casas, se asoma a los muros, y cuando ya estaba agotado, se sienta exhausto en la puerta de la iglesia.

    TROVADOR: (Hablando en voz alta para sí, jadeando y mirando alrdedor con asombro) Pero...¿qué es lo que sucede?...... ...¿dónde están todos?

    (Desorientado, se dispone a marchar, cuando la puerta de la iglesia cruje. Sorprendido, se da la vuelta y ve que se abre un poco, lentamente. Da un salto tremendo, cayéndosele la flauta de las manos, que le temblaban muchísimo. La recoge y la esgrime como un arma, para subir los dos escalones que conducían a la entrada. Abre la puerta un poco más y arruga la nariz.....olia muy raro)

    TROVADOR: (Asomando apenas la cabeza a través de la puerta, grita dubitativo) Ho-Holaa?

    (Una voz lúgubre le contesta desde el fondo de la iglesia)

    VOZ LÚGUBRE: Hola trovador, acércate al confesionario, no tengas miedo, pues no pretendo hacerte mal alguno.

    (El trovador se queda inmóvil y siente cómo se le cae el alma a los pies)

    TROVADOR: Pe-pe-pero...qui-quién e-eress? ( con voz de miedo, da un respingo)

    VOZ LÚGUBRE: Soy un alma penando que necesita contar su historia a quien pueda llevarla por todos los rincones para que todos conozcan lo cruel de mi existencia y lo amargo de mi condena. Quizás, sirviendo de ejemplo para otras personas, pudiera redimir mis pecados!

    (Aunque el trovador estaba asustadisimo, las historias eran su vida por lo que no pudo resistirse)

    TROVADOR: (Con voz temblorsa) ¿Una historia decís?...ejem...tal vez la conozca, pe-pero bien, adelante......te-te escucho.

    VOZ LÚGUBRE: Bien, todo comenzó cuando llegué a este pueblo. Fue una mañana de otoño. Era un lugar tranquilo, hermoso y apacible, el sueño de todo ser que quiere paz y armonía....

    TROVADOR: Así lo parece,...(se refrena un tanto por temor a haber interrumpido y sigue con voz más baja),..viendo el aspecto del pueblo y de su maravilloso entorno...

    VOZ LÚGUBRE: (Cortando las palabras del Trovador) ¡Hasta esa mañana! Me instalé en la colina, en el castillo que el rey otorgó a mi padre por servicios prestados a la corona, el castillo y el señorío de toda la comarca. Era el señor de todo esto y me creí en el derecho de gobernar como se me antojara, era un ser horrible, aunque yo no lo supiera. (El Trovador traga saliva y da un pequeño paso atrás) Le exigía cada vez, más grano a los agricultores, más carne a los ganaderos, las fiestas se sucedían en mi castillo con mayor frecuencia, derrochando todo aquéllo de lo que carecían las gentes del pueblo, quiénes sufrían una carestía que bien podía llamarse miseria.

    TROVADOR: (Indeciso al no saber si debía intervenir) ¿Y....no temíais,....señor, que vuestra actitud....os pudiera acarrear....desgraciadas consecuencias?

    VOZ LÚGUBRE: (Tajante) ¡En absoluto! Así pasó que una noche, tras la celebración de un festejo de los habituales en mi castillo, quedé dormido ya de madrugada, harto de alimento y ebrio hasta el alma, y en mis sueños se me apareció una hermosa mujer, tal como una ninfa, rodeada por una luz brillante en grado sumo, quien con una voz muy suave y serena se dirigió hacia mi para advertirme: "No traigas un infierno a estas gentes o el infierno acabará siendo tuyo".

    TROVADOR: (Santiguándose rapida y reiteradamente, y dando otro pequeño paso atrás) ¡Jesús Bendito!

    VOZ LÚGUBRE: Me desperté temblando y sudoroso, pero la luz del sol y mi ciega ambición de poder hicieron que no fuera consciente de lo que había soñado. Pensé que era cierto que aquéllas gentes no me habían hecho ningún mal, pero si yo era el señor de todos éllos, también lo era de sus destinos, por lo que nadie podía recriminarme que les diera el destino que se me antojara. Seguí con mi vida como si nada hubiera pasado, sin que la misteriosa dama volviera a visitarme y sin que yo la recordara, hasta que otra noche volví a soñar con ella. Esta vez no contaba con la hermosura de la doncella que una vez conocí, era la misma, sí, la reconocí, pero esta vez era un ser horripilante, y su voz era, como una caverna.....oscura y fría. (Se le escapa un sollozo)

    (Al punto de oir esto, el trovador no pudo soportar más su congoja y salió corriendo como alma que lleva el diablo)

    TROVADOR: ¡Que Dios me ampare y me procure un par de alas para mis pies y poder así abandonar este pueblo cuanto an.....(pero al asomarse puertas afuera, tras dos pasos, se detiene en seco en las escaleras....)...¿Eh? Peroo...(con voz temblorosa)...¿qué-qué-qué ha pasado aqui...? (El pueblo no contaba con la hermosura que presentaba minutos antes, se mostraba en ruinas y parecía abandonado a través de los siglos, la suciedad se acumulaba por todas partes y las casas se encontraban derruídas)

    VOZ LÚGUBRE: (con voz suplicante) Espera Trovador, aún no he terminado...regresa, por favor, eres mi única esperanza...

    (Al Trovador le recorre el cuerpo un escalofrío, titubea, mira hacia dentro con miedo, vuelve su cabeza, y ante el desolador escenario que le ofrecía el pueblo, comienza a subir de nuevo los escalones de la iglesia)

    TROVADOR: (con voz temblorosa) disculpadme señor, pe-pero..espero que esto no se trate de una broma pesada....¿e-e-esperanza habeís dicho....?

    VOZ LÚGUBRE: Eso he dicho, necesito contar toda mi historia y mostrar así mi arrepentimiento, tal vez de esta manera consiga la paz para mi alma.

    TROVADOR: (Con voz más tranquila) Bien...si es así....proseguid, le escucho.

    VOZ LÚGUBRE: (volviendo a hablar con tono más rotundo) Pues ... la horripilante criatura que se me apareció, me advirtio que el infierno se encontraba ya a mis puertas, concediéndome la oportunidad de redimir todas las injusticias que había cometido...pero no le presté atencion, seguí con mi vida sembrando dolor y desesperación.
    Una mañana cuando me levanté y me miré en el espejo, el pavor invadió mi alma. La piel faltaba en todo mi cuerpo, podían verse mi entrañas y vísceras, que presentaban un tono cenizo, era un monstruo horrible, me asomé a la ventana y toda la gente del pueblo se encontraban en el mismo estado que yo, la gente se miraba y gritaban horrorizados sin saber qué les había pasado. (el Trovador tenía sus brazos pegados contra su pecho, y se asía temeroso e impaciente los ropajes)
    TROVADOR: (casi sollozando) ¡Dios mío! ¡Pobres gentes!....y ¿qué-qué pasó después?

    VOZ LÚGUBRE: Escuché una voz que decia: te lo adverti y ahora pagarás tus faltas, ni tú ni tu pueblo descansarán en paz hasta que te arrepientas y alguien difunda tu historia por todo el reino, pues todos han de saber lo cruel de tu comportamiento así como que al final comprendiste que viviste de forma errónea e injusta.

    TROVADOR: (con asombro) ¡Cielo Santo!

    VOZ LÚGUBRE: Y así, durante cuatro siglos, hemos vagado con esta horrible pesadilla, nadie se acercaba al pueblo, pues misteriosamente quedó oculto para todos, hasta que llegaste tú y pudiste vernos, eres el que estabamos esperando, el elegido para contar nuestra historia.

    TROVADOR: (con voz asustada) y-y-y la gente del pueblo?

    VOZ LÚGUBRE: Están todos en la sacristía, inmersos en su dolor....esperando por alguien como tú. No quieren que nadie les vea en ese estado hasta que puedan liberar sus almas.

    TROVADOR: (Un poco más tranquilo) Bueno..en ese caso, si estais arrepentido, contaré vuestra historia allá por donde vaya....no sé cuantas veces habré de hacerlo para que surta efecto, pero vive Dios que no pararé de contarla de que tenga ocasión para ello...bueno, pues si no se le ofrece nada más.....(dando unos pasos hacia atrás lentamente, haciendo una reverencia y ademán de marcharse....)

    VOZ LÚGUBRE: Espera, he de darte un pergamino de mi puño y letra, para que las gentes se aseguren de lo veraz de mi historia...acércate, lleva mi firma y el sello de mi familia....

    TROVADOR: (traga saliba, pero entiende que debe hacerlo para poder irse lo antes posible) Bien...do-dónde estais....?

    VOZ LÚGUBRE: Aquí, en el confesionario.......

    (El trovador se acerca con paso vacilante y se oye un estruendo como un trueno)

    TROVADOR: ¿Eh?, pe-pero...que ha sido eso....?

    VOZ LÚGUBRE: Jajajajajajajajaja! Otra alma candida que pica con el cuento del arrepentimiento....(del confesionario sale una figura espantosa, de apariencia humana, grande, en carne viva pero de un tono oscuro, cuasi putrefacta, que se va acercando al pobre trovador, despacio) Jajajajajaja que tontos sois...eres el tercer viajero que de paso por aquí ha podido ver el pueblo....y el tercero que cae en mis garras....Jajajajaja...¡Qué mayor placer que disfrutar del dolor ajeno! Jajajajajaja

    (De repente, sucede algo maravilloso....la dama que en sueños quiso advertirle en vida de sus faltas, se interpone entre los dos, irradiando una luz deslumbrante, a la par que suave y angelical)

    VOZ LÚGBRE: (cayendo al suelo y tapándose la cara) Argggggggg ¿que sucede? ¡Me quema la carne!

    DAMA DE LA LUZ: Veo que no has aprendido nada, has tenido más de una oportunidad para entender la Magia de la Vida y hasta creí en el pasado lo sincero de tu arrepentimiento, pero veo que no ha servido para nada. Ahora sólo me queda darte como destino un lugar donde serás bien recibido, pues allí también disfrutan del dolor ajeno, y ten por seguro que disfrutarán mucho con el tuyo propio una vez seas condenado al fuego eterno, sumido en un infierno igual al que tú deseaste para tus semejantes.

    (De las manos de la Dama sale un humo blanco que envuelve al horrible ser, que se consume dejando tras de sí, únicamente, un grito desolador que se antojaba eterno)

    DAMA DE LA LUZ: (se vuelve hacia el trovador) El destino ha querido que tus limpios sentimientos te hicieran ver el pueblo, y poder poner a prueba por fin la bondad de un alma perdida, por cuya culpa quedaron en penitencia muchas almas inocentes. Soy una Dama de La Luz y debemos intentar por todos los medios recuperar las almas que, por cualquier motivo, han sido víctimas del egoismo, la violencia y la maldad, pues cuantas más almas vayan al infierno, más poder adquiere el Maligno. Esta vez no fue posible, y gracias a tí acabó el penar de todas estas gentes que un día sucumbieron ante esta espantosa criatura y que necesitaban una nueva oportuniad.

    (se ven haces de luz que representan las almas liberadas de las gentes del pueblo, ascendiendo)

    TROVADOR: (mirando fascinado a su alrededor, sin terminar de creerse el suceso) ¿Dama de La Luz....? Entonces...¿es verdad que existe....

    DAMA DE LA LUZ: (interrumpiéndole) Es verdad que existen buenos sentimientos y malos sentimientos....y que uno anula al otro, y por eso debemos siempre permitir que los buenos sentimientos sean los que conduzcan nuestra Vida, pues así se multiplicaran por doquier haciendo que el Universo sea mejor.

    TROVADOR: (ya con una sonrisa dibujada en su rostro) ¡Dios Santo! ¿Y podré contar a las gentes esta historia?

    DAMA DE LA LUZ: Por supuesto, así debes hacerlo, a fin de que las personas recapaciten un poco más sobre el alcance de sus actos y su compromiso de que el Mundo gire cada vez, en mayor Armonía con sus habitantes y con el Cosmos.

    (Diciendo esto, la Dama desaparece en un remolino de luz de dulces destellos. El trovador se queda absorto un largo rato pensando en lo increíble de la historia. Cuando la conmoción fue pasando, suspira y piensa que ya es hora de emprender su camino. Marcha inmerso en sus pensamientos, con la mirada puesta en el horizonte, y con el convencimiento de que iba a ser muy difícil inventar o conocer otra historia que superara a la que acababa de vivir).
    Última edición por Alustriel; 21-Oct-2008 a las 22:10

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