Nacidos y criados en el seno de una familia trabajadora de la ciudad de Moonglow, los hermanos Demound, Armand y Nube; pronto descubrieron sus caminos que les depararía, pese a su juventud, a ser dos figuras importantes en la isla.

Armand es un joven asombroso, su interés por los objetos mágicos y la amistad de su padre con uno de los profesores de la Universidad hizo que asentara su futuro en los pilares de la Alta Magia y los conocimientos; pese a que su entrenamiento aun no está completo, ha despuntado sorprendentemente en todas las materias a la temprana edad de dieciocho años. Su soltura entre los archivos y su gran capacidad retentiva lo han hecho famoso en la academia. Pero posee un inestable carácter que le ha hecho ganarse muchos enemigos, ello sumado a la envidia que produce el reconocimiento de los superiores ha hecho que apenas tenga amigos en la ciudad, pocos más que su hermana; a la cual procesa un incondicional afecto pese a su, casi ofensiva, forma de demostrarlo y sus padres.

Nube por su parte, aprendió los más nobles oficios; convirtiéndose en una gran artesana que a la corta edad de catorce años ya recibía encargos mobiliarios de grandes nobles de Trinsic y Britain. La gran capacidad para la magia de los Demound le ha dado la posibilidad de llegar a crear grandes obras de arte, así como sus ropas y objetos mágicos son conocidos en todo el Continente. Paciente ante el ácido humor de su hermano, siempre porta una sonrisa ante los ciudadanos. Solo hay una cosa que le saca de sus casillas, el que Armand diga que es adoptada y que es más joven que ella, pese a ser un año mayor. Broma más que creíble ya que, no se sabe por qué motivo, el muchacho no aparenta más de quince años.

El Gobernador Lerumar ha decidido darle la gran responsabilidad al joven Armand de educar y resolver las dudas de los ciudadanos de la isla, así como evaluar a aquellos que quieran censarse en la ciudadanía. Solicitando a la Condesa y Rectora, Janum Mualem; que le nombre Preceptor de la Universidad de Moonglow. Sin dudar que la famosa mano dura del muchacho, junto al amor que procesa por su tierra, harán de jueces primordiales en este ultimo aspecto.